Gracias al aprovechamiento de la fuerza del agua que se obtiene de la Balsa de la Canaleta, se genera energía mediante un alternador. El agua se transporta hasta la central a través de una tubería enterrada en la montaña. Una vez allí los técnicos pueden controlar el volumen de agua a través de unas válvulas e inyectores y definir la velocidad a que se hace girar la turbina.

 

La energía hidráulica se convierte en energía eléctrica a través de un alternador que posteriormente se distribuye a través en toda la red. Durante los primeros cuatro meses la central ha conseguido generar 1.130.000 kWh, que es la energía equivalente necesaria para abastecer 500 hogares durante este periodo. "Es la primera estación de esquí que tiene un sistema de generación de este tipo. Además, la energía que genera esta pequeña estación equivale a las necesidades de un año de la estación", asegura el portavoz de PERSA, Carles Grau. 

 

La central hidroeléctrica de Arcalís ha sido construida pensando en ser lo más respetuosa posible con el entorno y el medio ambiente. La instalación es un ejemplo de cómo apostar por las energías renovables y reducir la dependencia energética de las fuentes de energía tradicionales.

 

Fuente de la noticia: AndorraDifusió