La Guardia Civil realiza hasta nueve rescates de montaña en Huesca en un solo día
Grupos de Montaña con apoyo aéreo de la Guardia Civil al rescate. Foto archivo
Mon, 01/08/2016 - 12:54
En un día vertiginoso, los distintos Grupos Especiales de Rescate en Montaña de la Guardia Civil destacados en la provincia de Huesca han realizado junto a personal médico y unidades aéreas hasta nueve intervenciones de salvamento en un solo día en el Pirineo aragonés
No han parado. El pasado domingo 31 de julio ha sido de vértigo para los miembros del GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de la Guardia Civil que desde las 11.30 de la mañana, hora en la que se ha recibido el primer aviso, han encadenado salvamentos uno tras otro hasta bien entrada la tarde.
La primera salida se realizaba en un helicóptero de la Unidad Aérea de Benasque y tenía como destino el Glaciar del Aneto, donde un montañero de 40 años vecino de Lasarte-Oria (Guipúzcoa), se había cortado en el talón con sus propios crampones. El equipo de rescate que formaba parte de la dotación del aparato, en la que también se encontraba un médico, hicieron in situ una primera cura y después evacuaron al herido.
Mientras estaban en ello, recibían otra llamada de socorro que los llevaría de vuelta al pico más alto del Pirineo para rescatar a una mujer de 44 años, también guipuzcoana, que se había fracturado una pierna tras resbalar a unos 200 m de la primera intervención que había realizado este mismo equipo de la Guardia Civil.
Grupos de Rescate e intervención de la Guardia Civil dispuestos a entrar en acción. Foto: archivo
No eran aún las doce cuando desde el 062 se indicaba que un hombre se habría despeñado en un nevero en el collado falso del pico Argualas de Panticosa y habría impactado contra las piedras tras 30 m de caída. Esta vez era el turno del EREIM (Equipo de Rescate e Intervención en Montaña) de Panticosa que tras ser recogido por el helicóptero con base en Huesca y al que también se incorporaba un médico de Emergencias Sanitarias, salían en su busca.
Mientras atendían a este accidentado, un solsonés (Lleida) con luxación en el hombro, otro excursionista se venía abajo en el mismo lugar produciéndose contusiones en cabeza, rodilla y cadera por lo que procedieron a auxiliarlo y también tuvo que ser evacuado junto a su compañero hasta la helibase de Panticosa y de allí, al hospital de San Jorge (Huesca) en ambulancia.
Poco después del mediodía, era el SEREIM (Sección de Rescate e Intervención en Montaña) de Jaca el que tomaba la iniciativa al ser informados de un hombre que se desvanecía mientras transitaba por Aguas Tuertas (Ansó), en pleno Parque Natural de los Valles Occidentales de Huesca. El hombre, un vizcaíno de Munguía de 45 años, era evacuado en helicóptero también hasta el San Jorge.
Helicóptero y dotación de rescate de la Guardia Civil en aragón Foto archivo de Moisés Gómez Bueno
Sobre la una, el helicóptero de Benasque recogía al GREIM destacado en Boltaña para ir en busca de dos montañeros de Roselló (Lleida) desorientados, a los que hubo que llevar hasta la seguridad de la Pineta desde la Punta de las Olas (Fanlo) donde se habían perdido.
Sin tiempo apenas ni para comer, a las 14.30 tuvieron que levantar el vuelo de nuevo; esta vez para acudir a la zona de Torla, en concreto al Barranco de Otal, para rescatar a un excursionista que se había partido el tobillo. Tras localizarlo, se hubo de usar la grúa del helicóptero para poder evacuar al accidentado de Barcelona hasta el Hospital de Barbastro.
Las intervenciones de los grupos de rescate de la Guardia Civil se han multiplicado en un solo día
Más o menos al mismo tiempo, la Guardia Civil recibe aviso a través del 062 sobre un montañero que se sentía con mareos y vómitos tras pasar una noche en refugio Ángel Orús, en el Parque Natural Posets-Maladeta. El hombre, al parecer, no podía mantenerse de pie, así que el GREIM de Boltaña se traslada hasta allí con el médico en el helicóptero y a poner a salvo a este otro barcelonés en el Centro de Salud de Benasque.
Exhaustos pero conscientes de su labor y del sacrificio que se les exige, se trasladaban después al Pico de Alba, también junto al Valle de Benasque, para socorrer a un vecino de Lleida que se había lesionado la rodilla. Esta vez, el helicóptero solo pudo acompañarlos parcialmente por las nubes que se habían instalado en la montaña y que impedían al aparato tener suficiente visibilidad para acercarse, así que el rescate se realizó en una segunda fase a pie. Localizado e inmovilizado, procedieron a la evacuación.
La montaña entraña peligros que debemos ser capaces de prever aunque a veces es imposible evitar los accidentes. Salir bien equipados, realizar rutas y actividades que se adapten a nuestras capacidades y avisar del lugar al que nos vamos a dirigir pueden ser una eficaz forma de minimizarlos. La Guardia Civil, Bomberos y Personal Sanitario y personal de rescate en general velan por nuestras vidas, pero hay que pensar que lo hacen, siempre, poniendo en riesgo las suyas. No lo olvidéis.
Fuente: Heraldo de Aragón