200 días en prisión o 30.000 Euros por dar clases de esquí

Simon Butler, condenado por dar clases de esquí y snowboard en Megève

Simon Butler, condenado por dar clases de esquí y snowboard en Megève. Crédito Imagen: AFP

Thu, 19/06/2014 - 18:29
Un empresario inglés ha sido hallado culpable por dar clases de esquí y snowboard en Francia sin tener la suficiente acreditación tras un juicio en Bonneville, una comuna francesa de la Alta Saboya

El tribunal de Bonneville ha impuesto una sanción de 30.000€ o pasar 200 días en la cárcel a Simon Butler, un empresario inglés de 51 años, por haber impartido continuadamente clases de esquí y snowboard a varios grupo de súbditos ingleses en la estación francesa de Megève sin tener acreditada la suficiente preparación para tal efecto.

Butler, que dirige una empresa que ofrece paquetes de viajes y aprendizaje para ciudadanos británicos en la estación de esquí francesa de Megève (Alta Saboya), estuvo el pasado lunes en la corte en Bonneville para oír el veredicto: 200 días en prisión en caso que no pague una sanción de 30.000€.
 
A Simon Butler lo detuvo la policía francesa el pasado mes de febrero, según nuestras fuentes, de malas maneras, junto a otros seis monitores de su empresa, a los pies de un telesilla de Megève, pasando una noche confinado en comisaría.
 
El fiscal había solicitado en abril una pena de prisión de un año y una multa de 10.000€. En cambio, el presidente del tribunal ha cambiado la condena a 200 días de cárcel o los 30.000€
 
A la salida del juzgado Simon anunció que apelaría la sentencia y que se sentía "muy decepcionado con la autoridades francesas y el juez en particular, quien me insinuó que me fuera a Suiza a enseñar".
 
 
30 años de experiencia como profesor de esquí, 9º arresto
 
Butler, de 51 años, ha estado dando clases de esquí y snowboard en Francia desde que obtuvo en el año 1985, el título de profesor de esquí con el nivel más alto que ofrece la Asociación Británica de Instructores de deportes de nieve (BASI). Sin embargo, no posee el título que se exige a los instructores que deseen enseñar en Francia, el Eurotest, introducido en Francia en 2004.
 
La defensa de Butler se centra en el hecho de que él obtuvo sus títulos antes de que el Eurotest se introdujera, por lo que se cree suficientemente calificado y con los "derechos adquiridos" automáticamente, ya que una nueva regla no afecta a una posición previa.
 
Por esta razón, las autoridades francesas dicen que Butler no ha presentado la documentación necesaria para obtener el certificado de enseñanza en Francia.
Butler ha sido arrestado previamente nueve veces y multado con hasta 50.000€, por los mismos motivos.
¿Proteccionismo de la ESF?
 
Butler afirma que las autoridades francesas están motivadas por el proteccionismo hacia la escuela del país galo y que a su vez viola las leyes de la UE sobre la libre circulación de empleo y trabajo.
 
La BASI, por su lado, ha emitido un comunicado diciendo que no da soporte a Butler. El comunicado reza: "La BASI no apoya este comportamiento y entiende que es ilegal, ya que ha tenido suficientes oportunidades para ponerse al día del nivel de enseñanza que se requiere en Francia".
 
El caso ha causado una profunda consternación en Gran Bretaña, Boris Johnson, conocido político del partido conservador y actual alcalde de Londres ha reprochado a los franceses por lo que es "prácticamente imposible" que los británicos se conviertan en instructores en Francia. Butler también ha recibido el respaldo de la UKIP, otro partido de la derecha británica y euro-escéptico, cuyo diputado líder, Paul Nuttall, manifestó que el veredicto era "una desgracia legal".
 
Sin embargo, un comunicado de la embajada francesa en Londres expuso que en Francia existen aproximadamente unos 350 instructores británicos que habitualmente dan clase en sus estaciones de esquí.
 
En Francia se exige un nivel superior de calificación para poder dar clases de esquí bajo uno de los sistemas más estrictos de calificación de instructor en el mundo, pues, a parte de aprobar el Eurotest, se debe superar el tiempo que, por lo general un esquiador profesional, establece al bajar un slalom; exigiendo a los aspirantes descender ese mismo trazado, dentro de un porcentaje de un tiempo establecido, lo que para muchos futuros instructores (británicos), es casi imposible.
 
Fuente: Telegraph
 
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