El ocho veces campeón de la Copa del Mundo estaba completando una pista de entrenamiento de slalom gigante en Reiteralm, Austria, cuando un error técnico le hizo perder el control y caer, provocando la rotura del LCA de su rodilla.

 

Tras el accidente, Hirscher fue trasladado a un hospital donde fue sometido a una cirugía exitosa. Los médicos informaron que la intervención ha dejado las "mejores condiciones posibles" para su recuperación, y el proceso de fisioterapia comenzará de inmediato. Sin embargo, esta lesión ha frustrado las esperanzas del austríaco de competir al máximo nivel durante la temporada.

 

 

Hirscher, quien había anunciado su regreso el pasado abril tras retirarse en 2019, sorprendió al optar por representar a los Países Bajos en lugar de Austria, gracias a una regla de comodín de la Federación Internacional de Esquí y Snowboard (FIS). Esta normativa permite a esquiadores retirados con títulos destacados, como Copas del Mundo o medallas olímpicas, regresar a la competición.

 

A sus 35 años, Marcel Hirscher había vuelto a las pistas con gran expectación. No obstante, su reaparición en la Copa del Mundo comenzó con resultados discretos, ocupando el puesto 23 en Sölden y quedándose sin puntuar en las pruebas de Levi (Finlandia) y Gurgl (Austria). Tras su lesión, el propio Hirscher admitió que este revés podría marcar el final definitivo de su carrera: "Quizás mi viaje finalmente haya terminado", expresó.

 

En paralelo, el inicio de la temporada de esquí también está siendo un desafio para otras estrellas. Mikaela Shiffrin, la campeona estadounidense, sufrió una caída en Killington (Vermont) que le provocó una perforación abdominal y un traumatismo muscular severo, obligándola a tomarse un descanso de varias semanas. Mientras tanto, Lindsey Vonn, otra leyenda del esquí, ha confirmado su intención de regresar a las pistas a los 40 años.