En San Carlos de Bariloche, la temporada de esquí 2024 ha llegado oficialmente a su fin, pero como continua habiendo bastante nieve en sus pistas, los esquiadores y practicantes de snowboard siguen desafiando las advertencias y poniendo en riesgo sus vidas en el Cerro Catedral.

 

A pesar de que desde el 1 de octubre el área de esquí está cerrada y sin asistencia de patrulleros, algunos entusiastas han continuado subiendo para practicar deportes invernales, lo que ha provocado un accidente grave y la consecuente reacción de la empresa concesionaria, Catedral Alta Patagonia (Capsa).

 

 

Captura de la portada de la web de Cerro Catedral.

 

Desde que finalizó oficialmente la temporada, ya no hay patrulleros en las pistas ni servicios de asistencia médica en la montaña, lo que convierte cualquier incidente en un riesgo extremo.

 

 

La gravedad de esta situación quedó expuesta hace una semana con el trágico fallecimiento de una turista japonesa de 57 años.

 

 

 

 

Aunque fue rescatada de inmediato y trasladada a un centro médico, donde permaneció en terapia intensiva durante una semana, finalmente falleció.

 

El accidente, que ocurrió en condiciones meteorológicas adversas, con fuertes vientos y visibilidad reducida, ha encendido nuevamente el debate sobre la seguridad en la montaña fuera de la temporada de esquí.

 

Según Débora Bustos Williams, responsable de comunicación de Capsa, “este grupo ascendió de manera independiente, pese a que el sector superior de la montaña estaba cerrado desde el mediodía”.

 

 

Desde el cierre de la temporada, los únicos visitantes permitidos en el Cerro Catedral son aquellos que acceden a las actividades organizadas y supervisadas, como el trekking y los paseos por el Telecabina Amancay, que lleva a sectores recreativos como la confitería La Roca, las áreas de trineos y snow BMX. Cualquier tipo de actividad fuera de estos espacios está prohibida.

 

La falta de conciencia sobre estas medidas ha llevado a esquiadores y snowboarders a ignorar las redes y vallas que impiden el acceso a ciertas áreas de la montaña.

 

 

Estas acciones son extremadamente peligrosas y han obligado a Capsa a reforzar sus advertencias sobre los peligros de estas prácticas.

 

A pesar de su experiencia y preparación, el trágico desenlace pone en cuestión la decisión de ascender a una montaña que, en ese momento, no contaba con las garantías de seguridad necesarias. La Asociación Argentina de Guías de Montaña (AAGM) también respaldó la versión de los guías, subrayando que no se trataba de una actividad imprudente, aunque reconocieron la peligrosidad de las condiciones meteorológicas.

 

Si bien el trekking por el sendero histórico al refugio Frey, que parte desde el estacionamiento y sube por el faldeo del cerro, sigue estando permitido, cualquier actividad que cruce las áreas restringidas es motivo de sanción.

 

Además, en primavera y verano, Capsa implementa protocolos adicionales para la protección del medio ambiente, recordando a los visitantes la importancia de no hacer fuego y de respetar la fauna y flora del lugar.