Núria Castán, rider del equipo internacional de Head Snowboards, ha sobrevivido a una avalancha después de quedar atrapada mientras ella y otra rider del circuito -Celina Weber- se dirigían al start point de la competición que se disputaba en Verbier, Suiza.

 

 

Pero, ¿cómo vivió y sobrevivió a los angustiosos diez minutos que estuvo enterrada bajo la nieve y a la experiencia de volver a nacer? La propia Núria Castán lo narra en su Instagram:

 

 

Martes por la mañana, 04.04.23, un día que nunca olvidaré. Iba a ser la última competición de la temporada en el Bec des Rosses. Estaba emocionada, nerviosa, asustada y feliz porque iba a tener el honor de poder bajar por una cara tan grande de montaña.

 

Era una de las primeras participantes en competir, así que llegué a la seguridad revisada en la hora una programada. Comprobaron que tenía todo el equipo obligatorio: casco, protector de espalda, DVA, RECCO, pala y sonda. Después, tocó empezar la ruta hacia la puerta.

 

Para llegar a la zona de caminata, primero tuvimos que atravesar un puente y luego descender una parte de la cara sur del Mont Fort. Miré desde la cresta cómo cada rider delante de mí descendía, esperé hasta que fuera mi turno. Entonces di dos vueltas y todo a mi alrededor empezó a romperse en grandes bloques de 1.5 m de altura.

 

Aunque llevaba puesta mi mochila de airbag, no tenía mi asa lista para ser activada. No puedo describir cómo me sentí cuando fui arrastrado por la avalancha y no fui capaz de abrir mi airbag... Todo pasó superrápido y lamentablemente también se llevó a Celina.

 

 

Me quedé en la cima de los bloques durante bastante tiempo, pero en algún momento me metí bajo la nieve, perdí los guantes y quedé completamente enterrada boca abajo. Celina se metió bajo el ávy y justo al final su cabeza y brazo estaban fuera.

 

 

Sybille (Blanjean) y Zuzan (Witych) fueron los primeros en llegar a Celina. Miraron alrededor y vieron que una parte de la nose de mi snowboard estaba sobresaliendo en la superficie, y eso permitió que la búsqueda fuera más rápida.

 

Sin embargo, todavía tardé 10 minutos en asomar mi cabeza de la nieve compacta del alud.

 

 

 

 

La tragedia de este suceso fue muy traumática y solo puedo expresar mi gratitud por la vida y por las chicas que nos rescataron. Me alegro de estar rodeado de mujeres extremadamente expertas que reaccionaron rápidamente y dieron lo mejor de sí. Es un milagro que saliera de esta sin ninguna lesión grave en mi cuerpo.

 

Celina, a pesar de que no estaba completamente enterrada, se lesionó gravemente, pero ambas estamos agradecidas de decir que todavía estamos vivos.

 

Espero que esto pueda ser un aprendizaje para todos y que pueda superar este trauma.