La estadounidense ha ganado el título en las Finales de Courchevel-Meribel, Francia, con una actuación impecable en las disciplinas de velocidad, las que se le dan “peor” -ayer se impuso en el descenso y hoy ha sido segunda en el Super-G-.

 

Aún le quedan dos carreras por disputar, el gigante y el slalom, sus favoritas, pero ya nadie ni nada puede apartarla del título mundial. La ventaja sobre su rival Petra Vlhova de Eslovaquia es de 236 puntos insalvables. La defensora del título finalizó 17°, fuera de los 15 primeros puestos que dan puntos.

 

 

Shiffrin se sentó en la nieve mirando la carrera de su rival, protegiéndose los ojos con gafas de sol, y sonrió cuando vio asegurada la victoria.

 

La victoria en el Super-G de este martes en Courchevel fue para Ragnhild Mowinckel de Noruega, con 0,05 segundos por delante de Shiffrin. Tercera fue la suiza Michelle Gisin (+0,13).

 

Mowinckel fue la primera en felicitar a Shiffrin con un largo abrazo, mientras su novio, el esquiador noruego y campeón de Super G, Aleksander Aamodt Kilde, estaba en lo alto de la pista preparándose para competir en el supergigante masculino.

 

Shiffrin ganó su cuarto trofeo de globo de cristal gigante después de ganar tres títulos generales consecutivos entre 2017 y 2019, y un mes después de luchar en los Juegos Olímpicos de Beijing.

 

 

 

La esquiadora estadounidense Lindsey Vonn también ganó cuatro títulos generales en su carrera, solo detrás de los seis títulos de la gran austriaca Annemarie Moser-Proll en la década de 1970.

 

El título supergigante ya lo había asegurado Federica Brignone de Italia, que terminó en el puesto 19 este jueves. La campeona olímpica Lara Gut-Behrami se saltó una puerta y quedó eliminada.