Así lo anunció ayer la presidenta de esa empresa pública, Marta Subirà. Detalló que FGC destinará 2,4 millones al año a la estación de esquí, de acuerdo con un plan de inversiones que prevé renovar y modernizar el dominio esquiable de la Alta Ribagorça, aunque manteniendo el dominio actual esquiable sin ampliaciones. 

 

La presidenta Subirà señaló que la inversión en Boí Taüll incluirá desde renovar maquinaria hasta reformar el edificio de servicios. Destacó la modernización de la innivación artificial, con cañones de última generación que producen nieve con un consumo más eficiente del agua y energía para ganar sostenibilidad. La presidenta de FGC expresó su confianza en que esto se traduzca en más visitantes y más actividad turística en el conjunto de la comarca.

 

Recordemos que Boí Taül es la última estación que ha entrado en el paraguas de estaciones de esquí que gestiona FGC a través de la división de Turisme i Muntanya. Aunque fue rescatada en 2014 de Nozar cuando de declaró en concurso de acreedores. Fue en En 2020 pasó a manos de FGC, propietaria también de Port Ainé y Espot Esquí.

 

Entre las tres estaciones generan entre 4,5 y 5,7 millones de euros al año, ingresos por debajo de los costes de explotación. Subirà indicó que "buscamos el mejor resultado económico", aunque puntualizó que conseguir que las pistas se autofinancien "no es el elemento principal" y destacó su valor como motor económico de las comarcas de montaña.

 

 

La presidenta de FGC visitó ayer el centro invernal de la Alta Ribagorça, en el marco de la celebración del campeonato europeo de esquí de montaña.