La edición de este martes del Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) ha publicado la declaración de impacto ambiental favorable ambiental para la ampliación y modernización de la estación de esquí Valle Laciana-Leitariegos, con el visto bueno de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

 

El objeto del proyecto evaluado es la ampliación y modernización de la estación invernal valle de Laciana-Leitariegos, ubicada en el término municipal de Villablino (León), mejorando las condiciones de nieve artificial, adecuando las pistas, actualizando y modernizando las instalaciones de transporte por cable para, de esta forma, introducir la eficacia y la eficiencia de las nuevas tecnologías y elevar la calidad y seguridad del servicio prestado al público.

 

Han tenido que pasar cinco largos años desde que se presentó el Plan Director promovido por la Diputación Provincial de León y que cuenta con un presupuesto de 8,8 millones de euros, parte de ellos otorgados por la propia Junta hace años, otros provenientes de los fondos a las cuencas mineras y un millón extra que asume poner la propia Diputación.

 

 

El proyecto que se ha sometido a evaluación de impacto ambiental contempla varias alternativas, entre ellas, se ha considerado la más adecuada a la “alternativa 2”, que consiste básicamente en las siguientes actuaciones:
 

En concreto, la opción elegida prevé ampliar de 3,5 kilómetros a algo más de 6 (de pistas innivadas) por lo que se instalarán los cañones de nive producida (actualmente 68), por ello habrá que construir una balsa de almacenamiento de agua mayor, que pasaría de 14.340 metros cúbicos a 22.500.

 

En cuanto a instalaciones, contempla cambiar por completo el telesquí de La Mora, manteniendo su actual trazado, pero alargándolo en 35 metros; trasladar el de la Ferradura, que se considera situado en una zona de posibles desplazamientos de nieve, para además dar servicio a la zona de snowpark, adecuando las pistas de la anterior ubicación; y renovar el telesilla de La Laguna, que data de 1988, elevándose de cota en este caso hasta situarse en 1.790 metros en la zona de embarque.

 

 

 

En el estudio de impacto ambiental presentado por separado, se realiza estudio y cartografía específica, en la que el promotor establece que la propia estación invernal no impide la conectividad del territorio con las principales especies objeto de análisis, el oso pardo y el urogallo cantábrico, argumentos esgrimidos por Ecologistas en Acción para pedir que no se autorizara la ampliación por su alto impacto en la zona.

 

 

Por último, existen dos importantes escollos más que afectarían a la zona de la estación de esquí: por un lado, que debería investigarse si existe ejemplares de una flor llamada Geranium dolomiticum, catalogada en peligro de extinción; y que el área, respecto al riesgo de incendios forestales, "presenta un índice de riesgo local muy alto y un índice de peligrosidad también muy alto", asegura el documento.

 

 

La Declaración de Impacto Ambiental completa aquí.