La prueba son los dos primeros accidentes mortales ocurridos este martes y jueves en la zona de Col des Outannes (Crans-Montana) y en el sector de Mittelallalin (Saas-Fee).

 

La Policía del Cantón de Valais informa que la primera avalancha se desencadenó frente a las pistas de esquí aseguradas de Crans-Montana, en la zona del “Col des Outannes” y un esquiador resultó muerto.

 

 

Después de que los miembros de su familia dejaron de recibir noticias suyas, alertaron a los equipos de rescate.

 

Siempre según la policía, la geolocalización del teléfono móvil reveló que el hombre había estado por última vez en la zona del “Col des Outannes”. La policía del cantón, el equipo de rescate, las patrullas de pista y perros adiestradores para casos de avalanchas iniciaron la búsqueda y comprobaron que en el sector se había producido un alud de nieve.

 

A las 11:55 p.m., los servicios de emergencia ubicaron a la víctima bajo un manto de nieve de 1,5 metros. A pesar de la reanimación que se le practicó, no se le pudo salvar la vida.

 

La víctima es un esquiador de 73 años que reside en la región de Mittelwallis, en el cantón de Valais. Según medios suizos, los primeros datos de la investigación que ha abierto la fiscalía revelan que la víctima no iba equipada con ningún sistema de ARVA.

 

 

En un comunicado, la policía de Valais explica que el segundo incidente ocurrió alrededor de las 13:00 horas en el sector de Mittelallalin (3.500 m sobre el nivel del mar). Según las primeras investigaciones, un snowboarder abandonó las pistas aseguradas. En su bajada sobre nieve profunda, se desató una avalancha y lo enterró.

 

Los servicios de emergencia de la estación de rescate de Saastal, patrullas de pista y perros adiestrados iniciaron la búsqueda en el cono del alud. La avalancha se extendió sobre un área de alrededor de 100x100 metros. Por este motivo, la dirección de operaciones solicitó refuerzos al cuerpo de bomberos de la base Saastal.

 

Alrededor de las 2:50 p.m., los rescatistas pudieron ubicar a la víctima debajo de un manto de nieve de un metro. A pesar de que se inició la reanimación, el snowboarder murió en el lugar del accidente.