A pesar de que este año la Cordillera de Los Andes luce niveles de nieve no vistos en mucho tiempo, la llegada del coronavirus a Chile obligó a los centros de esquí de Chile a mantenerse cerrados hasta ahora, cuando en plena fase de desconfinamiento el gremio se debate entre abrir y tratar de paliar las pérdidas o esperar hasta el invierno de 2021.

 

Se trata de un sector que representa el 10 % del turismo nacional y genera cada año unos 200 millones de dólares, pero que este 2020 podrá operar como mucho 70 de los 120 días que dura una temporada y se estima que perderá entre 50 y 60 millones de dólares.

 

 

Por ahora, los centros de esquí de Santiago de Chile han decidido abrir bajo estrictas medidas sanitarias por el coronavirus y con abundante nieve, a diferencia del año pasado cuando apenas nevó.

 

El Colorado y otros centros de esquí favoritos de los santiaguinos, como La Parva, abrieron sus puertas al público hace una semana y ahora lo han hecho otros como Corralco, ubicado en la sureña región de la Araucanía, y hay más centros chilenos que se encuentran evaluando ponerse en marcha.

 

"El turismo es de lo que más afectado se ha visto y nosotros abriendo a finales de agosto estamos haciendo un esfuerzo sobrehumano, la verdad", dijo José Pablo García, director comercial del centro de esquí El Colorado, uno de los más concurridos de la Región Metropolitana.

 

 

Esta temporada hay más de 3 metros y medio de nieve, un nivel nunca visto en los últimos 20 años, según García, por lo que pese a que la contingencia de la pandemia retrasó su inicio, se espera que acabe alargándose bastante.

 

"Tenemos que ir viendo cómo las manejamos y la verdad es que uno tiene que ir adaptándose a todo lo que suceda. El año 2015, por ejemplo, teníamos menos nieve que lo que tenemos ahora y cerramos el 2 de noviembre la temporada", comentó.

 

El presidente de la Asociación de Centros de Ski de Chile (Aceski), James Ackerson, considera que "es importante" que se abran los centros para la reactivación del turismo y espera que la recepción del público durante lo que queda de 2020 sea "muy positiva".

 

 

Sin embargo, reconoció que el aforo máximo permitido para estos lugares en esta primera fase de desconfinamiento, un 30 % de la cantidad total de cada centro, pudiera no hacer rentable la apertura para los operadores.

 

Las medidas por la Covid-19 están basadas en tres pilares: el autocuidado con el uso obligatorio de mascarillas y la entrega de guantes, el distanciamiento social y la desinfección de todos los ambientes, de los equipos y andariveles que los visitantes utilizan. Además, están cerradas áreas comunes y restaurantes.