El informe de la NOAA indica que el ENSO -neutral ahora mismo en el hemisferio norte durante el verano de 2018- tiene muchos números de convertirse en un El Niño moderado este próximo invierno, aproximadamente un 65% durante el otoño y hasta 70% durante el invierno 2018-19.
 

 

 

 

 

 

Parece que nos afectará un niño moderado (70% posibilidades ahora mismo), lo que tiende a beneficiar al sur de la Costa Oeste con un ganador claro, se trata de California, también montañas de Sierra Nevada y el estado de Colorado con más nieve del promedio. En el caso de Utah depende, algunos inviernos con el niño es un claro ganador y otros se queda por debajo de la media en nevadas. Wyoming también es imprevisible con un episodio de el niño. 

 

Los menos favorecidos suelen ser la parte norte de las Rocosas y estados como Idaho o Montana que suelen recibir menos precipitaciones, también los estados de los Grandes Lagos están por debajo del promedio.
 

 

 

De todas formas debemos señalar de que se trata de un pronóstico sobre un El Niño moderado y con esta intensidad lo más importante será el pronóstico semanal de la zona donde queramos esquiar.

 

 

Los modelos a largo plazo y estacionales siempre nos hacen dudar de la fiabilidad de lo que pueda acontecer sobre una zona tan inmensa como es Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, "El Niño" es un fenómeno recurrente que facilita la predicción a largo plazo.

 

El Niño está muy estudiado y tiene una causa efecto clara sobre todo en América. Así en periodos cálidos hay un fuerte impacto del fenómeno de El Niño en Estados Unidos que genera frío y nevadas en el sur del país y un incremento de temperatura en el norte. En cambio, con La Niña, la frecuencia de las tormentas tropicales y de los huracanes que golpean a Estados Unidos, y el daño que causan, aumenta sustancialmente durante los años de La Niña, además de provocar el tiempo contrario a la de El Niño.

 

En Europa, hay que estar mucho más pendientes de los cambios de patrón y de posibles bloqueos anticiclónicos que desvíen las borrascas hacia el sur junto con bolsas de aire frío del Ártico que se desprendan con la oscilación del Atlántico Norte (NAO) negativo para nuestros intereses, mientras que en América a priori todo es más fácil y está más marcado por el ENSO tanto en su fase Niño o en este caso Niña.

 

Sólo son pronósticos y veremos como evolucionan, falta mucho.

 

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