Boí Taüll y la sorprendente sensación de esquiar y no sentir el paso del tiempo
Boí Taüll, una estación de esquí situada en un entorno Cultural y Natural privilegiado
Thu, 24/03/2016 - 20:55
Junto al Parque Nacional de Aigüestortes, en la estación de Boí Taüll, rodeada de un importante legado histórico Patrimonio de la Humanidad, tendrás la sorprendente sensación de que no transcurre el tiempo
Boí Taüll Resort es una encantadora estación de esquí del Pirineo Catalán situada en un enclave espectacular, la Vall de Boí, puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes y Lago San Mauricio. Con privilegiada orientación hacia el norte y con las cotas más altas de todo el Pirineo (2751 m la máxima y 2020 m la mínima) y un desnivel de más de 700 m, Boí goza de una nieve de excelente calidad cada temporada.
Los paisajes son de postal, con maravillosas vistas desde el Puig Falcó (2751 m) a los Picos del Aneto, Maladetas, los Besiberris o la Sierra del Cadí. Muy cerca, también podemos disfrutar de los beneficios termales de Caldes de Boí.
Cota 2000 de Boí Taüll
La estación
A diferencia de otras más grandes, esta mediana estación -tiene 51 pistas y 48 km esquiables- no sufre de colas ni masificaciones que se dan los fines de semana y días señalados. El diseño de la estación está pensado para que todas las pistas acaben en un mismo punto, el Pla de Vaques, punto de encuentro donde además de una gran cafetería con terraza están todos los servicios de la estación, a un paso de los dos parkings con capacidad para 1500 plazas. En la Carlina, a 2170 m se encuentra un bar/restaurantes de pistas.
En Boí Taüll Resort, aunque los debutantes también tienen sus espacio, sus 25 pistas rojas y las 9 negras dan mucho juego a los esquiadores intermedios y experimentados. Largos y muy anchos trazados, y con poca gente por lo general, permiten disfrutar de unos estupendos descensos con los que se dispara la adrenalina. Más tranquilos, pero igualmente de una considerable anchura y longitud, los de las 14 pistas fáciles que tiene la estación harán las delicias de los esquiadores con menor experiencia.
Pistas de Boí Taüll desde el Pla
La red de remontes es adecuada. Telesillas relativamente modernos, bien diseñados y suficientes para acceder a todo el dominio esquiable que además, cuenta con 205 cañones de nieve para reforzarlo en caso de necesitarlo si las condiciones lo requieren. Situado más o menos en el centro, destaca su Snowpark, aunque reconozco que debido a la peculiaridad de esta temporada en la que las nevadas han sido tardías y no lo abundantes que se esperaban, no lucía como en otras ocasiones.
Sin ser salvaje en lo que se refiere a la extensión, el espacio freeride se deja y hay muy buenas áreas como las que se disfrutar subiendo con el Telesilla Roies o por detrás del Puig Falcó en el itinerario triple rombo de Raspes Roies. De vértigo.
Pla de Vaques en Boí Taüll Resort
Alojamiento y gastronomía
La oferta hotelera es interesante con disponibilidad de alojamientos para distintos gustos y presupuestos. En el Pla de la Ermita, el Aparthotel Augusta**** ofrece, además de habitación, un Spa y Centro de Bienestar con 1200 m2 con piscina, para disfrutar de los diferentes tratamientos de hidroterapia y masajes disponibles en su circuito Wellness. Muy cerca se encuentran el Boí Taüll Resort y el Romanic, dos tres estrellas sin lujos pero cómodos y correctos y otros establecimientos, sencillos pero acogedores, como los Apartamentos la Solana o el Hotel Taüll**.
La propuesta se extiende a las poblaciones cercanas en que, rodeando las joyas del Románico que las salpican, podremos descansar después de la nieve en lugares como el Alberg Taüll, el Rantiener o la Pensió La Bordeta en Taüll, el Ca de Marti en Boí, La Llucana en Barruera y así hasta una larga lista de alojamientos de distintas categorías y precios.
Sant Climent de Taüll en el Valle de Boí
En restauración, a lo largo de todo el valle se extiende la estupenda gastronomía de montaña: escalibada y embutidos del país con los que acompañar carnes a la brasa como en El Caliu en Boí o La Granja en Erill la Vall, pizzas como las del Barocco en el Pla de l´Ermita o la "comida con sentido" del Tropic en Barruera. En cualquier caso será muy difícil, por no decir imposible, no comer bien en toda la Vall.
Patrimonio de la Humanidad
Por último, no dejar de recomendar el que sin duda es uno de los legados culturales más importantes no solo de Catalunya, sino de nuestro país. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Valle de Boí posee un conjunto de 8 iglesias y una ermita románicas, fruto de la actividad de artesanos y maestros constructores hubo en la zona en la Plena Edad Media (siglos del X al XII).
Pantócrator de Sant Climent de Taüll, una joya del Románico Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Auténticas joyas medievales muy bien conservadas, el conjunto lo forman Sant Climent de Taüll, en la que se encuentran la figura del Pantócrator, un fresco policromado de grandísima relevancia histórico/artísticos y Santa María de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulalia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, La Nativitat y Sant Quirc de Durro, Santa María de Cardet y la Assumpció de Coll en las que destacan sus esbeltos campanarios que cumplían una doble función de comunicación y vigilancia en aquella época.
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