Rios de tinta se han vertido desde que Dubái, ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, presentara el proyecto para construir la pista de esquí indoor más grande del mundo. Y no me extraña, porque no sé qué tendrán el snowboard y el esquí, que cuando los pruebas te enganchan y mira que a veces son un tormento, como bien sabemos los que lo practicamos, que hay que ver la parafernalia que acarrea o lo que es aún peor, los madrugones en los días fríos y desapacibles pero que tanto nos emocionan.

 

 

Pero si te arrancas a esquiar, cada día quieres más, los descensos se te hacen cortos y solo piensas en nuevos telesillas que te suban más alto, pistas de más longitud y mayor pendiente en las que ir a más velocidad, saltar hasta las nubes, bueno, hasta el techo en este caso... Así que es de comprender el afán de los dubaitíes por tener más y más largas pistas y convertir el Dubai Ski en la Arcadia soñada, el codiciado Xanadú en el que abandonarse a la nieve en medio del desierto, o es que no recordáis la dura travesía que supone el fin de una temporada hasta que llega la siguiente. 

 

 

Y claro, ¿habéis visto montañas nevadas en los Emiratos?. Por supuesto que no como no sean de arena. ¿Entonces...?. Dubái ya tiene una gran pista cubierta y de momento, hasta que se haga realidad la nueva que piensan construir, sigue siendo la más larga del mundo, la única situada en medio del desierto con temperaturas en el exterior que pueden llegar a los 50 grados. Con todo esto, resulta que el SkiDubai se ha convertido en un atractivo para los visitantes de este exótico, a la par que exagerado, país hasta el punto de que no son pocos los que visitan allí por primera vez unas instalaciones de este tipo y eso que en Europa las tenemos y bien buenas, como es el caso del Madrid SnowZone en España, el SnowHall de Amnéville en Francia o el AlpinCenter de Alemania.

 

A todo esto hay que añadir un pequeño detalle que no nos puede pasar desapercibido, esta gran pista indoor está situada junto al Mall of the Emirates, una auténtica Milla de Oro que ya quisieran en Rodeo Drive, California y que es uno de los centros comerciales más importantes del mundo mundial.

 

 

Dubái es uno de los siete emiratos que se encuentran en la península arábiga que para los que somos profanos y no hemos estado nunca allí, yo diría que para los que han estado también, aquello es desierto, mar y en medio, una ostentosa ciudad en la que el exorbitante lujo se extiende desde las limusinas que recorren sus calles a los grandes y puntiagudos rascacielos entre los que buscan un lugar las grandes firmas internacionales hasta el punto que no eres nadie si no tienes tienda en Dubái, Nueva York, los Ángeles y Milán. Casi por este mismo orden.

 

 

 

El emirato en cuestión, cuyas modernas raíces son de oro negro, ahora es un floreciente jardín que se riega con petrodólares al que se añade el aditivo del no poco turismo que arriba cada vez con más frecuencia a esta especie de Las Vegas árabe que ha visto en el lujo y la ostentación un filón en el que seguir ahondando no sea que un día los aviones vuelen con pilas. En 2014, este pequeño estado del Golfo Pérsico de poco más de dos millones de habitantes recibía la visita de más de 13 millones de turistas que serán veinte para cuando se inaugure en 2020 la nueva estación de esquí indoor de Dubái. 

 

 

 

Así pues, y teniendo en cuenta esa vieja y sabia regla de los negocios, de los que tanto saben en esta parte del Oriente, no en vano está en el Medio y por aquí pasaban desde antiguo las grandes caravanas comerciales del mundo conocido, que dice que si alguien me tiene que hacer la competencia, mejor que sea yo mismo Dubai Meydan City Corporation ha decidido poner en marcha el proyecto Meydan One que además los 1,2 km que tendrá su pista más larga, incluye un bike park, múltiples instalaciones deportivas, un rascacielos de 710 m de altura con capacidad para 78.000 personas, un hotel de 350 habitaciones y más de 300 restaurantes situados entre una ingente cantidad de tiendas de las más prestigiosas marcas internacionales de moda, joyerías, electrónica o de cualquier producto que se pueda imaginar. El lujosos complejo se completa con una de esas fuentes de colores capaces de hacerle sombra a la mismísima Kuala Lumpur.

 

 

Así que ya sabéis, si vuestro destino turístico es esta extravagante, exótica y exuberante ciudad, no os olvidéis de llevar los guantes y el gorro en la maleta para hacer una bajadita por la pista de más de un kilómetro en pleno desierto para matar el gusanillo de nieve que todo esquiador poseemos y que nos acompaña durante toda la vida..

 

 

Ahora, y tras la aventura pekinesa de unos JJOO de invierno sin nieve a la vista, no nos extrañaría, al menos a mi, que un año de estos, oigamos decir que los Emiratos Árabes Unidos presentan también su candidatura. 
 

 

¿Realmente os parece éste un proyecto extravagante...?

 

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