Era una muerte anunciada desde que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) comunicó a la Junta de Castilla y León que debe desmantelar tres pistas del Puerto de Navacerrada: Escaparate, Telégrafo y El Bosque. Es decir que toda la zona inferior de la estación de esquí debe desaparecer antes del 30 de octubre.

 

Desde entonces, instituciones y colectivos afectados han intentado buscar una alternativa que permitiese la viabilidad de la estación de la Sierra de Guadarrama, muy popular entre los madrileños y donde miles de ellos han aprendido a esquiar.

 

Finalmente no ha sido posible. Este martes, la empresa Puerto de Navacerrada Estación de Esquí, la concesionaria que gestiona las instalaciones, ha emitido un comunicado informando del “cierre definitivo” y la “pérdida de cientos de puestos de trabajo”.

 

En concreto, el cese de la actividad supone el despido de más de 30 trabajadores directos, así como la afección a más de 200 puestos de empleo indirectos y a la actividad económica en los municipios de la Sierra Norte y de Segovia.

 

 

La empresa explica que se verá “obligada a desaparecer” por una decisión que califica de “política” y “arbitraria”, al considerar que “carece de fundamentos ambientales y sociales”, al tiempo que denuncia que su clausura “no solucionará los problemas del puerto ni de su entorno”.

 

Puerto de Navacerrada Estación de Esquí defiende que es “parte del acervo cultural y social de la sierra de Guadarrama”, así como el “motor económico”.

 

Responsables de los ayuntamientos de Navacerrada, Cercedilla y La Granja se reunieron el martes con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para “buscar una solución pactada” al No cierre de la estación, con propuestas sostenibles y medioambientales adecuadas, asi como sociales.

 

Pretenden lograr una “acción coordinada de todas las instituciones” y una “planificación ejemplar” para el puerto, que contemple “tanto su recuperación y reactivación como la diversificación de actividades” tras “20 años en situación de abandono”.

 

En el anuncio del cierre definitivo, la empresa afirma que ninguno de los argumentos del Ministerio para el cierre de las pistas segovianas "son reales" y apuntan que los informes ambientales "son favorables a la presencia de la estación".

 

Sobre los problemas de tráfico y aglomeraciones, los gestores de las pistas, aseguran que “no se deben a la estación, sino al elevado tráfico en la carretera que une Madrid con Segovia” y a la existencia de “un paso de peatones muy frecuentado”.

 

A su juicio, el esquí “no genera la masificación de visitantes”, ya que solo abren “entre 70 y 90 días al año” y su aforo medio es de “500 esquiadores” que no salen de las pistas. “Está más que demostrado que la presencia masiva se produce fuera de la temporada”, asegura la empresa.

 

Tampoco comparten las razones que aluden al aumento de las temperaturas y la reducción de días de nieve. Según la concesionaria, el cambio climático “no compromete la viabilidad de la estación”, ya que “el agua de lluvia se recoge y almacena por la propia estación para innivar las pistas y no ha habido ningún año que las temperaturas no hayan producido nieve”. “De ser cierta la argumentación del ministerio, las 38 estaciones de esquí que hay en España no serían viables”, concluyen.