Ganadora de 77 pruebas de la Copa del Mundo y oro olímpico en descenso en 2010, la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn se encuentra a solo a nueve triunfos del récord absoluto del sueco Ingemar Stenmark con 86.

 

Esta temporada, en la que disputará sus segundos Juegos Olímpicos en Pyeongchang, tiene la posibilidad de superar la marca del mítico esquiador sueco. Sin embargo, su mayor reto es otro: competir contra los hombres en noviembre del 2018 en Lake Louise. No se trata de un calentón pasajero. Lindsey Vonn lleva pidiéndolo a la FIS (Federación Internacional de Esquí) desde el 2012. Por fin, la máxima autoridad en el mundo del esquí ha atendido las demandas de la estadounidense y emitirá un veredicto en primavera.

 

 

Vonn dice que necesita "esa oportunidad" para conocer su "verdadero potencial". Y cree que las cualidades de las mujeres en el deporte del esquí podrían equilibrar la teórica mayor fortaleza física masculina. “Cuando entreno contra hombres, esquío a otro nivel y quiero llegar a ese siguiente nivel. No quiero probar nada, sé perfectamente que me van a ganar, pero quiero ver cómo estoy”, declaró hace apenas dos semanas.